L'Itinerari del passat dissabte ens va dur fins l'Espai Passiflora de Josep Moncada (Menorca, 1969). Arribar-hi va ser la continuació a peu de la visita per la galeries Retxa, on vam poder parlar i veure les obres de Blas García que miren el carrer, estar una estona comentant les obres del seu fons d'autors com Jaume Fedelich, Paca Florit, Biel Camps, Matias Quetglas, Cabal, Genci, Lara, Román, Angusto, Brian Smith... i a Vidrart on destaquen autors com Carles Gomila, Alfret Hutchinson, Pacífic Camps, Jaume Bagur... mentre estaven muntant la nova col·lectiva Sinergies procedent de la galeria Aguilart de Castellà del Vallès. Un muntatge prou interessant que d'aquí un temps pot significar l'anada d'autors de Menorca a Catalunya a presentar la seva col·lectiva.
Després d'anar amb certa pressa repassant noms, tendències i gèneres que el grup anava veien amb bona predisposició i bon humor, arribar a l'Espai Passiflora va ser com un bàlsam. Ubicat en una antiga fàbrica de sabates (o de manufactura relacionada amb el calçat, no ho record) la reforma va conservar la idea d'espai diàfan introduint llum natural zenital que modula l'ambient amb la força dels colors. Ambient que es completa per l'austeritat de ressò oriental, entre el minimal, el wabi-sabi i el folk. El primer que ens va rebre va ser l'aroma embolcallant de l'encens.
Publicat a Ultima Hora Menorca
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Ubicado en una antigua fábrica de calzado el ambiente se ha adaptado para conseguir un especial ambiente |
La importancia del Espai Passiflora se descubre justo al cruzar el umbral y recibir la dulce y serena fragancia de su incienso, el ritmo ancestral de la música, la suave luz cenital y el ritmo cromático completan un ambiente concebido entre la austera sinceridad y sencillez de la filosofía oriental del wabi-sabi, y el minimalismo contemporáneo.
El contraste de un ambiente de elegante ascetismo con la obra pictórica figurativa y realista de Moncada sorprende al grupo solo unos instantes. Cuando el autor nos describe su posición artística, su posición humana conectamos con un obra que cautiva a partir del primer contacto visual.
Enlace Josep Moncada
Josep Moncada llega a la pintura 'tarde', procedente del mundo empresarial y la industria turística decide formarse en la Escola Massana de Barcelona a los 30 años. Como autor de tendencia autodidacta el dibujo será su punto de partida, aunque le interesa y trabaja la fotografía, la cerámica, el cine, la decoración...
Su obra se ubica en las tendencias hiperrealistas, y aunque su trabajo empieza con el dominio de las texturas, los colores y la sensación real de luces, materiales, espacios y acciones sus obras nos invitan a penetrar esa materia para dejarnos llevar por las sensaciones que producen.
Desde sus primeras obras la figura, principalmente femenina, es la protagonista. Primero a manera de sugerentes y atrevidos macros que captan la atención de cada elemento, gesto, objeto, para continuar indagando en la relación entre el espacio y la figura. La importancia del cuerpo material como una puerta de conexión con el espacio donde reside el sentido de la vida.
Su iconografía no permanece estática ni repetitiva a lo largo de estos años, se enriquece y se abre al espacio a medida que su galerista londinense Francis Kyle (Moncada no expone en Menorca y muy poco en España) le sugiere reprimir la potencia de lo evidente (lo físico sospechosamente erótico para su gusto) para dejarse llevar por la metáfora y la caricia visual de los azules.
Los formatos con los que trabaja se convierten entonces en ventanas abiertas. A través de ellas transita el fresco hipnotizante de una técnica depurada y trabajada durante años. Entonces nos muestra sus pinceles, "algunos de ellos son de maquillaje por lo que consigo con ellos", sus óleos cuidadosamente seleccionados. El proceso pictórico se inicia con la selección de la imagen, un fugaz toque de atención en el momento menos esperado es la chispa, una sensación, una emoción surgida de una imagen de impacto. Luego el autor reproduce esas sensaciones vividas en sesiones fotográficas lúdicas y libres para que surja la magia, y finalmente se compone la obra soñada para crearla pictóricamente. "Tengo la convicción que una obra se adora o aborrece, pero no concibo la indiferencia", de ahí sus continuos contrastes y sorpresas.
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Examinando de cerca el proceso pictórico y sus primeros resultados |
El agua y sus simbolismos, nuestro mar tan familiar, cobra una nueva dimensión con los juegos de sus protagonistas. Sus reflejos captados al milímetro nos invitan a un viaje visual con uno mismo, la introspección a través del silencio y del movimiento del agua. La misma técnica exige una concentración que se ha convertido en un modo de meditación. Y es que los intereses de Moncada van más allá de la pintura y la forma, "el arte como un canalizador de emociones" donde lo importante es el individuo, su expresión, su mirada, su esencia.
Como profesor de dibujo y pintura en Es Mercadal (Puntd@art), en Ferreries (Associació Art's) y en su Espai Passiflora, su filosofía docente no se centra únicamente en la técnica. La experiencia de la creación artística se inicia por buscar en el interior de cada uno la necesidad de expresar, algo que decir o decirse. La práctica del arte como algo terapéutico. Para continuar con la solución de problemas, técnicos, -desde la composición a la correcta realización de un dibujo, o la elaboración cromática- u otros más subjetivos como el desánimo y la falta de confianza. Todo ello en un ambiente de cierta magia que en Passiflora se acentúa por la armonía de su ambiente, la calidez de su luz, la dulce sensación de paz que nos acompaña en silencio mientras volvemos al autobús.
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