sábado, 19 de mayo de 2012

Dragones de la tierra y el mar

El Espacio Xec Coll del Centre d'Art de Ciutadella se ha convertido durante el mes de mayo en un lugar mágico tomado por los dragones del taller de talla y modelado. Los profesores Laetitia Lara y Oriol Sánchez ha dado vida a un montaje gracias a la participación e implicación de sus alumnos, actitud que pone de relieve la vitalidad del taller y el dinamismo del centro.

Un dragón de la exposición que sigue algunas de las características chinas
Morro de buey, melena de león, cuerpo de serpiente, escamas de pez, garras de águila...




Dragón del taller de talla.
Su visión es menos oriental, y en ese sentido tópica, tampoco es la visión occidental del monstruo maligno.
Tiene que ver con el concepto de criatura mítica, descendiente de la serpiente o del pez, pero que también puede volar gracias a la magia que poseen.

Después de la inauguración a manera de reflexión sobre el dragón a partir del hecho que estamos en el Año chino del Dragón, de la visión del animal mítico según la visión occidental y la oriental, los mitos, y la reinterpretación contemporánea a través de la literatura, el cine y la fantasía del dibujo, la propuesta continuó cada tarde durante dos semanas con la escultura en vivo.


El taller infantil de modelado, con Sisca Seguí, también participó de la experiencia y concepto de escultura a partir dela materia prima de la tierra más cercana. Cuerpo de paja y capas de barro.






El barro procede de Ferreries.
La Sala de Exposiciones Xec Coll se conviertió en un taller en activo durante dos semanas.

Todo gira alrededor del barro, una materia humilde pero de uso ancestral con el que la mano artesana elabora los objetos de la vida cotidiana, y el artista intenta poner en evidencia la esencia de la relación hombre-tierra.


En este sentido la propuesta del taller infantil y de adultos se inspira en la tradición del alfarero hindú y sus conjuntos escultóricos dedicados a la diosa Durga (la diosa madre) Documental 'La déesse aux pieds d'argile' (fragmento) Cuerpos formados por cañas de bambú y paja, y recubiertos por capas de barro cuidadosamente aplicadas según la técnica tradicional. Un barro procedente cada día del río Ganges en  barcazas hasta el barrio de los alfareros que durante unos tres meses trabajan los conjuntos escultóricos de la diosa Durga, la madre tierra. En el mes de octubre se celebran tres días de ceremonias y ofrendas, tras los cuales la escultura del barro procedente del Ganges retorna al Ganges en una ceremonia emotiva de regeneración. El ciclo vital se renueva.



La inspiración de la tradición hindú artesana en la elaboración de los conjuntos escultóricos dedicados a Durga y otras divinidades dió lugar a una visión libre del proceso.
Estructura de bambú y paja, en este caso de paja y hojas de palmera.



La potencia del proyecto incentiva no solo la visita diaria de público sino también la colaboración de diversos profesores del centro como Rafel Jofre, aplicando pigmento, y a la izquierda Sisca. Lara con delantal rojo.




Inspirados en este concepto escultórico, la técnica artesana a partir del material más cercano de la tierra que nos envuelve, los alumnos se han comportado como un taller gremial alrededor de sus dos maestros, Laetitia Lara y Oriol Sánchez. Y siguiendo la capacidad multicultural del taller, la fina inteligencia de sintetizar tendencias y enseñanzas, Lara propone continuar el ritual y diluir las dos piezas -dragón infantil y gran dragón- en el mar, metáfora de la continuidad del ciclo vital. Lo que tomamos de la naturaleza debemos retornarlo par poder seguir interactuando con ella.
Laetitia Lara
Noé Fontaniti, artista argentina afincada en Menorca, forma parte del taller de modelado. Especialista en el color, en estos momentos aplica sus pigmentos naturales elaborados por ella misma. Un color que infunda vibración y vitalidad a la pieza.

Este sábado los dragones de verde y naranjas naturales han sido los protagonistas. Los ritmos de percusión del grupo Esclat marcaba los pasos de las figuras que despertaban algo más que curiosidad, hasta encontrarse  ante la bahía. No sin esfuerzo y alguna complicación, pues el mar se agitaba en esos momentos, las dos figuras se diluyeron en el agua y el barro se fundió con el mar acompañados de la emoción de los presentes y de inspiradora de este especial rito o happening, Laetitia Lara.
El Dragón a punto de iniciar su ruta hacia el mar. Destaca su imagen en movimiento surgiendo de entre la tierra y las plantas. Un dragón que sigue la idea de renovación  y crecimiento. Después de superar los obstáculos, de esforzarse en su elaboración, surge algo nuevo. Una metáfora del día a día.
En las rocas junto al Castell de Sant Nicolau se dispuso el público que acompañó la comitiva.


Dragón verde del taller infantil
El gran Dragón a la  espera de su turno
Lara rodeada de alumnos y amigos en la Escala del Rei desde donde se arriaron los dos dragones, entre rocas, en plena naturaleza pétrea y marina, la esencia de Menorca


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